La contratación pública representa alrededor del 13-20% del PIB mundial, por lo que tiene el potencial de ser una importante herramienta a través de la cual los gobiernos promueven la  igualdad de género.

En la actualidad las empresas lideradas por mujeres están subrepresentadas en la adjudicación de compras públicas. Se estima que menos del uno por ciento de los 10 billones de dólares que se gastan anualmente en la contratación pública mundial se adjudica a empresas de propiedad de mujeres.[1]

Existen distintas restricciones que explican esta baja participación de las empresas lideradas por mujeres en la adjudicación de compras públicas. Algunas de estas restricciones incluyen el menor acceso al crédito que tienen las pequeñas y medianas empresas (PyME) dirigidas por mujeres, su baja preparación para aprovechar las tecnologías digitales, su experiencia limitada en la participación en el mercado del sector público, y su reducido conocimiento sobre las exigencias para realizar transacciones con entidades públicas.

Dado lo anterior, fomentar la participación de las PyME dirigidas por mujeres en los procesos de contratación pública puede ayudar a promover la igualdad de género y el empoderamiento de las mujeres. Asimismo, puede tener beneficios para el Estado, ya que aumentar las empresas de mujeres en las compras públicas fomenta la competencia, puesto que más empresas pueden vender al Estado, y permite obtener “value for money” (más calidad y mejores precios).

Cómo identificar empresas dirigidas por mujeres en la contratación pública

Uno de los principales obstáculos que enfrentan los gobiernos para promover la igualdad de género a través de la contratación pública es la identificación de las empresas que realmente pertenecen a mujeres. Esa es la razón por la que varios países de América Latina y el Caribe (ALC) han decidido crear programas para identificar y certificar a las empresas de propiedad y dirigidas por mujeres, que se han conocido como programas “Sello Emprsa Mujer”. 

Estos programas permiten a los organismos de contratación pública certificar oficialmente que una empresa es propiedad de mujeres. Normalmente, esa certificación se otorga cuando una empresa incorpora su información en el registro de proveedores que lleva el organismo que administra el sistema de contratación, paso necesario para participar en el mercado de contratación pública en la mayoría de los países.

Disponer de esta información es esencial para promover la participación de empresas lideradas por mujeres en la contratación pública, ya que le permite al organismo focalizar la divulgación de las oportunidades de negocio del sector público, la capacitación de las empresas en cómo participar en procesos de adquisición, y programas de apoyo que se generen, y evaluar mejor la efectividad de los programas.

Tres ejemplos de programas de certificación de empresas propiedad de mujeres apoyados por el BID

Dado su impacto potencial para avanzar en la igualdad de género y mejorar la eficiencia de los procesos de contratación pública en ALC, el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) ha venido apoyando el desarrollo y la implementación de programas de certificación de empresas propiedad de mujeres en la región, incluyendo Chile, la Ciudad de Buenos Aires y Honduras.

El innovador programa de Chile

Chile fue uno de los primeros países del mundo en contar con “Sello Empresa Mujer”, desarrollando en 2015 un ambicioso plan de acción que incluyó un sello identificatorio en la plataforma electrónica de compras públicas www.mercadopublico.cl, capacitaciones a las empresas propiedad de mujeres sobre las oportunidades y herramientas disponibles para ellas y también capacitaciones específicas dirigidas a los compradores públicos para que apliquen en sus procesos de compra criterios que favorezcan la participación de mujeres en las compras públicas.

El país también adaptó el reglamento de su ley de contratación pública para permitir la incorporación del desarrollo inclusivo como criterio de evaluación en los procesos de contratación, y como justificación de la contratación directa en las compras de menor valor. Como resultado, la tasa de participación de las mujeres en el mercado público aumentó en la 25%, en medición efectuada en el 2018[2].

Ciudad de Buenos Aires: Más allá de las empresas dirigidas por mujeres

La Ciudad de Buenos Aires en Argentina fue innovadora no sólo por ser la primera experiencia a nivel subnacional en la región de ALC en tener un “Sello Empresa Mujer”, sino también porque se ordenó a la agencia de compras a incorporar criterios de sustentabilidad que promovieran la perspectiva de género en la contratación de bienes y servicios. Para mejorar la eficacia, la ciudad también se centró en la generación de datos para dirigirse mejor a las empresas propiedad de mujeres, así como en programas de formación y divulgación para compradores públicos y mujeres empresarias.

Honduras: El primer programa “Sello Empresa Mujer” de Centroamérica

Honduras es el primer país de Centroamérica en adoptar un programa “Sello Empresa Mujer”. Recientemente ha completado una evaluación sobre la brecha de género en sus contrataciones públicas.

El diagnóstico muestra que existía una brecha de participación entre las MiPyME lideradas por hombres y aquellas lideradas por mujeres de 14 puntos porcentuales.  Actualmente se está en la fase de análisis de datos y definición de los pasos para actualizar su registro de proveedores, con el fin de poder identificar empresas propiedad de mujeres en su sistema. El país ha creado un grupo de trabajo del sector público para supervisar la aplicación del plan de acción que se está desarrollando. Este paso es importante ya que facilita la colaboración y los aportes de las distintas partes interesadas en la iniciativa, y no sólo de la agencia de contratación.

Pasos clave para implementar programas de certificación de “Sello Empresa Mujer”

Aunque no existe una “modelo único” para un programa “Sello Empresa Mujer” y cada país debe adaptarse a su contexto y regulación local, algunos pasos comunes para implementar un programa de estas características  incluyen:

1) Evaluación de diagnóstico. Antes de embarcarse en un programa de certificación de empresas propiedad de mujeres, los países deben identificar las brechas de participación en el mercado público mediante un diagnóstico exhaustivo, de modo que puedan ajustar eficazmente la demanda (sector público) a la oferta (empresas propiedad de mujeres). En esta fase, también es importante revisar el entorno legal y normativo para comprobar si se necesita alguna actualización, en el caso que los países quieran incluir el “Sello Empresa Mujer” como parte de sus criterios de evaluación.

2) Definición de requisitos. Es importante contar con una definición oficial de los requisitos o condiciones que deben cumplir las empresas para ser reconocidas y acreditadas como una empresa propiedad de mujeres en el mercado público. La mayoría de los países definen una empresa propiedad de mujeres si su propiedad, gestión y control recaen en más de un 50% en una o más mujeres. 

3) Actualización de registro de proveedores. Será necesario actualizar el registro de proveedores para tener en cuenta las empresas certificadas como propiedad de mujeres. Esto es clave para poder llegar a dichas empresas con actividades de formación, sensibilización y comunicación, así como para generar datos que permitan monitorear los resultados.

4) Desarrollo de capacidades. Para tener éxito, la formación debe ser continua y estar dirigida tanto a la propia agencia gubernamental de contratación como a las empresas dirigidas por mujeres. La formación para las empresas debe centrarse en enseñarles a participar con éxito en el mercado público y a cumplir los requisitos necesarios para postular en los contratos públicos. Para la agencia de contratación, la formación debe ayudar a los funcionarios a entender cómo las prácticas de contratación pública pueden ayudar a alcanzar los objetivos de género y enseñarles a identificar y registrar a las empresas propiedad de mujeres en los sistemas de la agencia.

5) Difusión y sensibilización. Es importante contar con una campaña de divulgación que anime a las empresas propiedad de mujeres a registrarse y certificarse en el sistema para acceder a oportunidades de negocio en el mercado público.

Cinco recomendaciones para una implementación exitosa de programas de certificación de empresas propiedad de mujeres 

Basándonos en nuestra experiencia apoyando a los países de ALC en la implementación de este tipo de programas de certificación, hemos identificado importantes lecciones que han contribuido a su éxito en el aumento de la participación de las mujeres en los procesos de contratación, que se resumen en las siguientes cinco recomendaciones:

– Asegurar un fuerte respaldo político al programa: Los programas de “Sello Empresa Mujer” requieren reformar los procesos de contratación pública e incluir nuevos criterios de selección. Llevar a cabo estas reformas en tiempo y forma generalmente requiere de un fuerte apoyo y la participación de las más altas instancias del gobierno.

– Involucrar desde una etapa temprana al ecosistema de la contratación pública: Para conseguir que participen más mujeres, ayudar a crear capacidades, reducir la oposición a las reformas y aprovechar las sinergias con otras iniciativas de empoderamiento de la mujer, es necesario crear alianzas con actores clave del sector privado, como las cámaras de comercio, así como también con los ministerios que se centran en la mujer y las instituciones públicas que trabajan con pequeñas y medianas empresas.

– Prestar especial atención a los datos. La base de cualquier programa “Sello Empresa Mujer” son los datos. Los gobiernos deben disponer de buenos datos para garantizar que las empresas estén debidamente identificadas como propiedad de mujeres. Los datos también deben utilizarse para informar sobre los esfuerzos de capacitación y divulgación, así como para medir los resultados de los programas. Asimismo, es importante que los gobiernos cuenten con datos sobre cuántos contratos se adjudican a empresas propiedad de mujeres, a fin de poder dimensionar el impacto de esta política.

– Estar dispuesto a adaptar el programa a lo largo del tiempo. Desarrollar e implementar efectivamente un programa “Sello Empresa Mujer” lleva tiempo, y ajustes suelen ser requeridos para alcanzar los resultados deseados. Por tal motivo, es importante contar con flexibilidad en el diseño del programa a fin de poder implementar fácilmente ajustes para alcanzar los resultados esperados.

– Invertir en comunicación y sensibilización: Es importante desarrollar fuertes campañas de comunicación para informar a los ciudadanos sobre las oportunidades de negocio para las mujeres en la contratación pública y motivarlas para que se incorporen al mercado público.

En resumen, la contratación pública puede ser una herramienta importante para que los gobiernos empoderen a las mujeres y contribuyan a reducir la desigualdad de género en nuestra región.

Los programas de certificación que ayudan a los gobiernos a identificar una empresa como propiedad de mujeres pueden ser un poderoso aliado para los países que buscan avanzar en la agenda de igualdad de género en nuestra región a través de la gestión fiscal y en particular de la contratación pública.

En el BID, estamos trabajando estrechamente con varios países miembros para apoyar esta agenda a través de políticas y soluciones innovadoras con nuestros préstamos y asistencia técnica.

Un agradecimiento especial a la Dirección General de Compras y Contrataciones de la Ciudad de Buenos Aires en Argentina, la Dirección de ChileCompra de Chile y la Dirección de Oficina Normativa de Contratación y Adquisiciones del Estado de Honduras por su colaboración.

Conozca más sobre nuestro trabajo en políticas fiscales sensibles al género.

Otros blogs relacionados

Qué es la presupuestación con enfoque de género y por qué es importante para la igualdad de género y el crecimiento económico

Acciones para aumentar la equidad de género en las administraciones tributarias en América Latina y el Caribe


[1][1] Making public Procurement Work for Women. Intracen 2020

[2] https://www.chilecompra.cl/2018/03/participacion-de-mercado-de-las-mujeres-en-compras-publicas-crecio-en-25-respecto-al-2013/